Un día de otoño





Cae la lluvia
envolviendo en su húmedo abrazo la actividad del día.
El viento enfría los pensamientos.
El calor de la chimenea me acurruca
en su tierna y amorosa compañía.
Suave y delicado es el tacto de la manta,
me cubre y me arropa al compás de la dulce melodía.
Precioso día acurrucado en mi corazón.
Invitación mágica hacia mi interior,
allí luce el sol y brillan las flores en paz.
Tierna paz que surge con solo estar.


                                                
                                                                                   Asier Alabarte Ventayol

3 comentarios:

  1. No me sale nada más y simplemente que...precioso

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  2. "acurrucado en mi corazón"
    bella palabra "acurrucado"
    bello poema del yo
    gracias Asier

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